Todo lo que tuvo que atravesar Abraham Lincoln para lograr ser el decimosexto presidente de los Estados Unidos no fue fácil, el fracaso continuo que vivió por años no lo llevó a desanimarse.
A los 7 años empezó a trabajar para ayudar al sostenimiento de su familia después que tuvieron que abandonar su casa, a los 9 años su madre murió, a los 22 fracasó en su negocio, a los 23 fue derrotado en las elecciones de legislador y no pudo entrar a la facultad de derecho, a los 24 años se declaró en bancarrota y pasó 17 años pagando deudas a sus amigos, a los 25 años fue derrotado nuevamente en las elecciones de legislador, a los 26 cuando estaba a punto de casarse, su novia falleció y quedó con el corazón destrozado, a los 27 se enfermó gravemente, tras una crisis nerviosa y pasó 6 meses en cama, a los 29 años fue derrotado en las elecciones para representante del Estado, a los 31 no pudo formar parte del Colegio Electoral, a los 34 años fue derrotado en las elecciones al Congreso, a los 37 fue derrotado nuevamente en las elecciones al Congreso, a los 39 años fue derrotado por tercera vez en las elecciones al Congreso, a los 40 no fue aceptado para un trabajo como alto funcionario de su Estado, a los 45 años fue derrotado en las elecciones para el Senado, a los 47 años fue derrotado en las Elecciones del Partido Republicano para candidato a Vice-Presidente del país (obtuvo menos de 100 votos.), a los 49 años una vez más fue derrotado en las elecciones para el Senado, a los 51 logró ser elegido presidente de los Estado Unidos de América.
A pesar del continuo fracaso Abraham Lincoln nunca se dio por vencido y persistió hasta lograr su objetivo, convirtiéndose en uno de las más reconocidos presidentes en la historia de Estados Unidos de América.
Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de ante mano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. 2 Pedro 3:17
¿Cuantas veces has fracasado y te has dado por vencido?, posiblemente al primer fracaso que te tocó afrontar decidiste ya no continuar, dejando de lado el sueño que tenías en tu vida, pueda ser tu matrimonio, tu familia, tu negocio, la iglesia etc.
Afrontar el fracaso y persistir nos puede convertir en personas más fuertes y ver nuestras propias debilidades, a la misma vez nos ayuda a mejorar, pero si no lo afrontamos simplemente nos hará desistir en todo.
Es posible que hayas pasado momentos donde creíste que todo te saldría muy bien pero te tropezaste con la piedra del fracaso, es en ese momento donde tu fe tambalea en la duda y no encuentras que hacer. Pero debes saber que si estas tomado de la mano de Dios no caerás y si caes él estará presto para levantarte.
No desistas de tu sueño persiste ante el fracaso, Dios está a tu lado y te dará la victoria.
Por Huellas Divinas