Una noche, mientras la arropaba en la cama, Corrie le habló a su padre del temor que sentía ante la muerte.
—Papá, tengo miedo de morir—dijo—. ¿Qué sucederá?
—Cuando hacemos un viaje en tren, ¿en qué momento te doy el billete? —preguntó él.
Corrie respondió: —Justo antes de subir al tren.
—Eso es —dijo el Sr. Ten Boom—. No te lo doy hasta que lo necesitas.
Pues lo mismo pasa con la muerte. Dios te dará lo que necesites cuando llegue el momento. No antes.
Sean cuales sean las dificultades que esconda el futuro (muerte, persecución, soledad, rechazo), Dios estará ahí para darnos lo que necesitemos cuando lo necesitemos.
Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento. —Salmo 23: 4.
Él jamás nos defraudará.
Por Renee Coffee